Rafa Mora ha sido expulsado en la octava gala de 'Supervivientes: Perdidos en Nicaragua'. El valenciano no tenía ninguna intención de abandonar el concurso pero, probablemente, su gran pelea con María José días atrás, puede que haya sido determinante para que Guillermo Martín y Beatriz Trapote consiguieran más apoyo por parte de la audiencia soberana.
Beatriz Trapote ha sido la primera nominada en saber que contaba con el apoyo del público para continuar en 'Supervivientes: Perdidos en Nicaragua'. Mientras ella disfrutaba de la noticia, Jesús Vázquez comunicaba a Rafa Mora que él era el expulsado de la octaba gala. "¡Me han ganado hoy!", fueron las primeras palabras del valenciano.

Rafa Mora no quiso marcharse del concurso sin sacar su vena de malote y dejar claro a todos que esto no era una derrota para él. "Muchísimas gracias a la gente que me ha apoyado y también a la gente que me ha criticado, gracias a vosotros nunca he sido un concursnte más, siempre he sido Rafa Mora". El concursante también sacó su lado sentimental y comentó que su paso por 'Supervivientes' "ha sido una de las experiencias más duras pero más gratificantes de mi vida".

El superviviente, una vez fuera del refugio, aseguró a Jesús Vázquez que estaba muy orgulloso de su paso por el concurso y confesó que su expulsión no le había cogido por sorpresa: "Yo sabía que esta noche iba a estar comiendo pasta. Llevo mucho tiempo sabiendo que Trapote tiene un castigo por querer irse desde la primera semana y Guillermo es un tío noble y la gente lo valora".

Jesús Vázquez fue totalmente sincero con Rafa y le comunicó el porcentaje por el que había sido el noveno expulsado. "Ha sido uno de los más altos, un 87%" , le comunicó Jesús Vázquez. El valenciano se quedó algo sorprendido pero se hizo el duro y aseguró que aceptaba la decisión del público. "Sé que no me puedo callar en mi día a día cuando veo una injusticia y mucho menos aquí. Hay que aceptar las cosas tal y como vienen. No le puedo caer bien a todo el mundo, tengo un carácter bastante fuerte y a veces no sienta bien que le digan a la gente lo que uno piensa", concluyó el superviviente.

Hace las paces con María José y Trapote

La semana en el exilio de la selva junto a Trapote ha hecho que los dos supervivientes limaran asperezas. Beatriz se convirtió en la "chacha" del valenciano y consiguió ganarse su cariño. Rafa confesó que estaba encantado con la reportera y, aunque no entendía que siempre quisiera llevarse bien con todo el mundo, reconoció que envidiaba su talante y su gran paciencia. Ambos demostraron el cariño que sorprendentemente había nacido entre ellos con un abrazo y, antes de marcharse del refugio, Rafa animó a Beatriz para que no se rindiera y aguantara hasta el final del concurso: "Trapo, a muerte con la final".

La gran bronca con María José hizo mella en el valenciano. Rafa pidió perdón a la audiencia por su comportamiento y en varias ocasiones comentó a Guillermo y Trapote que era consciente de que no había actuado bien. Por eso, cuando se reencontró con María José no dudó en pedirle disculpas y asegurarle que quería olvidar lo sucedido para poder tener "una conviviencia normal" con ella. Además, y como minutos antes había hecho con Trapote, se levantó para fundirse en un abrazo con la vasca.

La novia de Rafa acepta la expulsión

"Si la audiencia lo decide supongo que será justo, la audiencia es sabias y si lo han decididio así, pues para mi casa", comentó la novia de Rafa Mora tras conocer que su chico era el noveno expulsado. Además, Raquel confesó que está "súper orgullosa de que haya pedido perdón a María José". El valenciano, antes si quiera de abandonar Nicaragua, contó también con el perdón del hijo de María José: "Tanto Raquel como yo hemos hecho un ejercicio de compostura, de respeto y de saber estar. Para mí todo está resuelto desde el momento que Rafa ha pedido perdón a mi madre".

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